Reportaje

 

Covid-19. La pandemia que ha paralizado al mundo

2020-03-25 13:00:10

Desde diferentes países, algunos escritores y periodistas comparten con revista Desocupado cómo están viviendo las medidas locales para frenar la transmisión de este virus global

 

 

Por Javier Moro Hernández y Marcos Daniel Aguilar

 

Desde los primeros brotes del Coronavirus, a finales del año 2019 en China, y su transmisión por todo el mundo a principios de este 2020, el llamado Covid-19 ha infectado a más de cuatrocientos mil personas todo el mundo, hasta el miércoles 25 de marzo. El número de víctimas fatales a causa del virus ya se cuentan por millar.

Por ello, muchos gobiernos han tomado diversas medidas, con base en la etapa de transmisión y dependiendo de su contexto y realidad social. Las medidas van desde la petición gubernamental a tomar una “sana distancia”, “lavarse bien las manos con agua y jabón” o a “hacer ejercicio en los parques” hasta el confinamiento total, cuarentena que podría prolongarse por varias semanas. 

El escritor y periodista argentino Martín Caparrós mencionó recientemente que vivimos tiempos extraños, pero al mismo tiempo apasionantes, tiempos que hay que contar, tiempos que hay que narrar.

En Desocupado nos dimos a la tarea de platicar con diversos periodistas, escritores y ciudadanos de diversos países, para que nos contaran cómo viven estos tiempos que bien podrían haber sido inspirados en cualquier novela distópica.

 

Víctor Hugo Ortega, escritor chileno. Vive en Malloco, a una hora de Santiago de Chile.

La situación está complicada en Chile, principalmente porque veníamos de una crisis social que tenía al país sumido en un problema de desconfianza política hacia las instituciones, con lo cual, me parece que las primeras informaciones que llegaron del Coronavirus, cuando todavía no había ningún infectado en Chile, y se veía en las noticias que el virus podía llegar, e incluso cuando llegó el primer infectado, que era un médico que llegó después de estar en Italia, había gente que miraba con un poco desconfianza el tema, y además porque en Chile el Sistema de Salud no es de lo mejor, y siempre la población mira con desconfianza la información que venga desde ese ámbito, y el lunes de la semana pasada, hemos pasado a la Fase II a las III y luego a la IV de inmediato, y ya había muchos mensajes de que teníamos que hacer cuarentena, y pues ahí nos dimos cuenta de que la situación estaba empeorando, y también porque vimos que la situación en Italia había empeorado, y ahí empieza una bola de nieve, en donde tiene un rol vital Internet, whatsapp, las redes sociales, en donde empiezas a recibir información de médicos de otras partes del mundo, que adelantaron un poco lo que después íbamos a ver en las noticias.

Desde la perspectiva personal, realmente acongoja ver lo que está pasando en Italia, con los muertos, con el tema de que el personal hospitalario tiene que decidir a quién salvar, y permite hacernos una idea de lo frágil que son las coordenadas organizativas del sistema de salud ante una crisis de esta magnitud. Se dice de que Italia no tomó las medidas en el momento adecuado, pero acá en Chile se dice lo mismo, que nos hemos demorado más de la cuenta, está el caso de Bolsonaro de Brasil, que esta semana ha hecho noticia por subestimar el virus, y no tomar medidas de urgencia, lo cual ha mermado apoyo del pueblo brasileño, pero en el fondo está la idea de que somos tan frágiles ante una epidemia y que de una semana a otra cambia la realidad. En Chile, además tenemos un problema similar al de México, claro con las diferencias de población correspondientes, y que es el tema del trabajo informal, que son personas que no pueden hacer trabajo a distancia, teletrabajo, tiene que vender producto, y obviamente es gente que vive con el dinero que va obteniendo día a día, lo que hace complejo el panorama, lo que me hace pensar que si México entra en una Fase como en la que nos encontramos en Chile también sería compleja la situación. Hacer cuarentena es distinto para quienes tenemos un trabajo que se puede seguir realizando por modalidad digital, hay quienes no tienen esa posibilidad. En mi caso además de ser escritor soy profesor, y aunque no es lo mismo, hay tareas que se pueden realizar a distancia, no es lo ideal, pero es una posibilidad que no tienen otras personas.

Así que miro con mucha precaución, he hecho caso de la cuarentena, no he salido de mi casa, más allá que para comprar lo preciso, claro uno en un país con un desarrollo genuino pensaría que hay que hacer caso a las autoridades y confiar en las autoridades, pero en el caso chileno dista mucho de eso, porque como te explicaba estamos inmersos en una crisis social, que no podemos confiar del todo en las autoridades, lamentablemente estamos en ese nivel social en el que sospechamos de cada decisión, para bien o para mal, y el gobierno chileno se ha convertido en un gobierno que reacciona de forma muy lenta, y obviamente todo lo que estoy planteando ahora se va a ver con el tiempo, pues el Coronavirus genera una ansiedad extrema en las personas, porque es muy difícil estar viviendo el día a día sin saber qué es lo que va a pasar, y creo que eso es lo que más complica, porque podemos resolver al corto plazo algunas obligaciones laborales, pero qué va a pasar en un mes más, no lo sabemos, todos hablan de aplanar la curva, y vemos que en Italia eso no se está logrando, que en España tampoco, y en Chile ya vamos sobre los 400 casos de personas infectadas, no hay víctimas fatales por ahora, pero resulta que en los países vecinos hay menos infectados pero ya hay muertos, entonces es un escenario complicado. La cuarentena es un tiempo que se puede aprovechar para pensar un poco el rumbo que ha ido tomando el mundo en los último años en sociedades que basan todo su desarrollo en el intercambio monetario, en este capitalismo salvaje, y siguiendo con lo que ya han dicho varios especialistas, es que una catástrofe como ésta, dejan en evidencia que los capitalismos exacerbados no sirven de nada, o sirve de nada la preocupación obstinada por el capital, si es que no hay salud, y todos nos tendremos que empezar a cuestionar sobre cuál es el sistema en el que queremos vivir, un sistema probablemente en el que vengan desgracias como ésta estemos preparados, con el acceso de salud realmente reconocido como un derecho humano, algo que muchas sociedad, como la nuestra, no lo tienen asegurado.

En el caso individual, como lector y escritor, me ha lanzado a leer cosas pendientes, y en este caso son buenos aliados, los libros que uno tiene guardados y que no ha leído, y he estado leyendo a una poeta chilena que se llama Estella Díaz Varín, una poeta ya fallecida, una mujer ícono de la poesía chilena, estoy leyendo unos libros de poemas que compré en México, uno que se llama Liquidámbar de Carmen Villoro, publicado por Mantis Editores, y de la misma editorial estoy leyendo a Karla Sandomingo, un libro que se llama Domicilio Conocido, que es una poeta tapatía, y estoy releyendo la novela La Uruguaya de Pedro Mairal, escritor argentino, a propósito de una nueva edición que van a publicar en Uruguay. También aproveché para repetirme una final de tenis, del Abierto de Australia, de 2017, entre Federer contra Nadal, ya que me gusta mucho el tenis y fue una buena opción para matar una hora de confusión, y tampoco mucho más, no me he largado a ver series como algunos amigos o películas, ha sido difícil concentrarse para ver cosas con tanta información que va y viene.

 

Pedro Brieger, periodista argentino. Director de Nodal

La Argentina se prepara para una situación de cuarentena total dejando en funcionamiento solamente lo esencial, hospitales, farmacias, lugares para abastecerse de comida. El gobierno encabezado por Alberto Fernández ha decidido tomar medidas drásticas, las está implementando para evitar que el virus del Covid-19 se expanda por la Argentina. Hay menos de 100 casos y muy pocos fallecidos, pero hay conciencia de lo que está pasando en Italia y España, después de lo que pasó en China, lo que se puede tomar como experiencia para comprender que se actuó tarde, por lo tanto el gobierno argentino desde el primer momento le prestó atención a lo que estaba pasando en Italia y en España y desde un primer momento convocó a otras fuerzas políticas para de manera conjunta tratar que el virus se expanda. en la población en general los sentimientos son encontrados: por un lado algunos tratan de respetar la medida, pero por otro en la Argentina se vino un fin de semana largo, mucha gente dejó la ciudad para ir a la playa, a lugares costeros, contraviniendo lo dicho por el gobierno quien dijo que estas no son vacaciones, son días de trabajo, y pide por favor que no salgan de sus domicilios para que no lleven de la ciudad Capital el virus a otros lugares. Además, se espera la repatriación de varios ciudadanos argentinas quienes están en Estados Unidos y en Europa y ha habido serias complicaciones para traerlos porque no hay suficientes vuelos, ni líneas aéreas para traer a toda esa gente a la Argentina.

Milver Ávalos, periodista peruano. Vive en la ciudad de Trujillo, Perú

OÍDOS DE PIEDRA.- Los responsables que el Covid-19 siga conquistando más cuerpos tienen nombre. Tienen rostro. Incluso tienen cerebro activo. Aunque pensándolo bien, no. Tú, él, ella y yo somos los culpables de que el virus se extienda más rápido que Usain Bolt. No obedecemos el Estado de Emergencia: quédense en casa. Nos sentimos unos guerreros indomables y nos echamos a la calle sin importarnos el gemido rabioso de los patrulleros: Wui. Wui. Wui. O nos burlamos de la voz dulce del agente que nos suplica por megáfono: “Vecino, vuelva a sus hogares, el virus no nos va a vencer, siempre y cuando nos quedemos en casa”.

Pero la sordera se está pagando con la muerte. Hoy fallecieron dos personas. El Ministerio de Salud lamentó profundamente la muerte de un hombre de 47 años de edad, otro de 69 y el tercero de 78 años. Habían venido de Europa. Y el número de infectados a nivel nacional sube a 234. Y en Trujillo, la ciudad donde vivo, ya van tres casos.

Ayer una mujer infectada declaró con las cavidades de los ojos llenas de agua: “Me amenazan con venir a linchar a mi familia”. Y se le olvidó contar que cuatro días atrás fue a la playa, celebró una fiesta en su casa, en sus publicaciones de Facebook bromeaba que eras más fuerte que el coronavirus y los mandaba a rodar a los vecinos que le decían que no fuera irresponsable y fuera con los hombres de bata blanca.

Y me pregunto: ¿Seguiremos desacatando las medidas tomadas para contrarrestar el virus? ¿Seguiremos diciendo: el virus sólo mata a los ancianos y los niños? De ti depende ser solidario y quedarte en casa. O ser egoísta y salir a la calle.

 

José Montaña - Ingeniero en programación. Cajicá, a diez minutos Bogotá.

En Colombia vemos cuestiones que están pasando en todo el mundo, tales como el pánico generalizado, la gente está muy asustada, muy ansiosas, especialmente por las medidas que se han tomado. La alcaldesa dictó que el fin de semana pasado se iba a tener una cuarentena preventiva en Bogotá, es una medida que funciona, porque es justo el distanciamiento social es lo que ayuda a contener la propagación de un virus, pero a pesar de que es una buena medida preventiva, pero esa medida desencadena una serie de problemas sociales, económicos, sobre todo en personas que viven en el día a día, vendedores ambulantes, vendedores informales, entonces a partir de la medida que se tomaron de distanciamiento, las autoridades de la ciudad de Bogotá pensaron en medidas para poder ayudar a esas poblaciones que quedaron en vulnerabilidad económica.

Pero eso es a nivel distrital, es decir, Bogotá, a nivel nacional, el Presidente anunció la cuarentena generalizada en el país, obligatoria, hasta el 13 de abril, son veinte días que empiezan el martes 24 de marzo a las 12 de la noche, con reglas básicas, que mencionan que solo puede salir una persona por cada casa, solamente ella puede salir a comprar medicamento, comprar mercado, en el caso de las mascotas, lo mismo, solamente puede salir una persona a pasearlas, se van a gestionar créditos para las empresas para que puedan pagar nómina, para que las empresas puedan subsistir, pero hay pequeñas empresas que viven en el día a día, se van a manejar subsidios, pero se ve complicada en esa parte, desde mi punto de vista se ve falta de organización en ese sentido. Los menos afectados somos las personas que estamos acostumbradas a hacer teletrabajo, a estar en la casa haciendo el trabajo desde casa. Hay empresas que, sin embargo, no han acatado la cuarentena, solo lo van a hacer por los primeros días, y no se sabe que van a hacer en la cuarentena nacional.

Sobre el tema del mercado y el abastecimiento, pues los primeros días, las personas se fueron a los supermercados a comprar, a acaparar, se llevaron todo, literalmente todo. Em mi casa compramos cosas, pero somos dos personas, así que compramos cosas que no se echen a perder, pero obviamente no acaparamos el papel higiénico, entonces tenemos los alimentos básicos. Ayer salí, en el primer día de cuarentena en el Distrito Especial de Bogotá, y ya estaban surtiendo el súper mercado, estaba un poco desabastecido, pero ya había suministros, y hablando con el administrador, me dijo que seguían las entregas normales, porque la gente compró mucho y entonces suponemos que van a dejar de comprar por un tiempo, en el Carulla, que es otro súper mercado, había más productos, fuímos a la plaza, en donde se compran las cosas frescas, verduras, frutas, y estaba súper surtida, pero eso sí, el pueblo estaba completamente desocupado, vacío el pueblo, yo vivo en un pueblo, que es Cajicá, que está a quince minutos de Bogotá, súper cerca, súper pegado, estaba solo, muy pocas personas en las calles, en los centros comerciales había gente, poca, además de las personas que atienden el local, pero obviamente esperamos que la curva se aplane, y los casos dejen de crecer estrepitosamente, en Colombia llevamos hasta el día de hoy 277 casos de personas infectadas y tres fallecimientos. Pero todos esos datos cambian rápidamente.

 

Iván Vergara, escritor mexicano. Vive en Sevilla, España, desde 2004, y actualmente está en Madrid.

Quiero contarles sobre lo que se vive hoy en España, tras la imposición de la cuarentena por parte del gobierno de España en todo el país, para intentar frenar la difusión de este virus, que ha ido creciendo y que hoy tiene a toda España en una cuarentena obligada. La cuarentena es que cualquier persona reduzca las vistas al exterior. por una parte los servicios básicos están en activo, es decir, el transporte público, los servicios sanitarios, las farmacias, gasolineras, tiendas. Pero todo lo demás que fuera prescindible se cerró.

Pero hay días en que sí cierra todo, todo. Las tiendas de chinos están cerradas, y sólo las tiendas de los árabes permanecen abiertas. Entre las medidas de seguridad que pide el gobierno están que se tome distancia entre las personas, que no haya contacto físico si es que salen, que no se toquen la cara o se den abrazos o besos, además recomiendan que nos estemos lavando las manos de manera frecuente. Aquí en España el confinamiento es prácticamente total, muy diferente a lo que pase en Bélgica que el gobierno sí invita a la gente a que salga a las calles a hacer ejercicio al aire libre.

En España ya se suman más de 2,800 personas fallecidas por el Covid-19, una previsión de un matemático dice que en mayo tendremos 800 mil infectados sólo en España. Finalmente, los casos hasta ahora van en 33 mil afectados. El gobierno ha decidido llevar el confinamiento hasta el 11 de abril, ha tomado las decisiones privadas y ha tomado el control del ejército. Lo que nos indica es que va para largo, faltaría al menos un mes, y se ven cosas raras, si no tienes perro no puedes salir, porque sólo te autorizan salir para pasearlos, a las 8 de la noche la gente sale a los balcones a aplaudir a los servicios médicos quienes trabajan para contener el virus. Sin embargo, por las noticias dicen que el número de infectados no ha parado, sino que sigue creciendo.

Lo que la gente pide es que se respeten las indicaciones del gobierno, llevamos casi 10 días así, y no salimos, no había atravesado una situación así. Sin duda nada como esto que estamos viviendo. Resistimos, seguimos trabajando de cualquier manera, y luego podríamos hablar sobre las medidas económicas que el gobierno está implementando porque esto es la ruina económica para miles de personas en España.

 

*La fotografía de portada del reportaje y de la sección de Perú son del fotógrafo peruano Iván Orbegoso.

Revista Desocupado