Reportaje

 

Nicanor Parra contra la solemnidad

2018-01-24 10:28:09

Pensábamos que era eterno: murió el representante de la antipoesía. En este sondeo, charlamos con poetas mexicanos quienes reflexionan sobre la trascendencia de este chileno irreverente

 

 

 

 

 

Por Marcos Daniel Aguilar y Javier Moro

 

 

Murió Nicanor Parra a los 103 años de edad, uno de los grandes escritores del siglo XX hispanoamericano e, incluso, occidental. Considerado uno de los creadores del movimiento estético conocido como “antipoesía” -el cual trató de romper con las estructuras y formas de la poesía chilena predominante a mitad de siglo-, Parra es uno de los transformadores del poema en español.

Este escritor, nacido en 1914, fue uno de los que se atrevió a proponer un canon distinto al encabezado no sólo por el premio Nobel de literatura, Pablo Neruda, sino al de todo un poder ya sea intelectual, académico o político, esto a través de la figura del antipoeta, aquél que se expresaba de una manera común y corriente frente a la solemnidad del orden poético establecido.

Para reflexionar sobre la importancia de la poesía y las aportaciones de Nicanor Parra, Desocupado charló con algunos escritores mexicanos quienes dieron su punto de vista en torno al autor de Poemas y antipoemas.  

 

Una montaña rusa de poesía que subleva el lenguaje

 

 

Maricela Guerrero

Pues mira, mientras estaban los poetas embajadores varones, blancos y poderosos tomando un cóctel para celebrarse sus poesías de claridad y lección, en el jardín detrás del salón estaba un hombre convencido de las posibilidades, no nada más de las palabras, sino de todas las posibilidades, todas, todas. Y con muchas ganas montó cuidadosamente una montaña rusa, colocó los carritos en la parte de arriba y todas las lecciones de poesía que se habían dado en infinitas cátedras inaugurales y un chingo de reglas sobre lo que el poeta debía ser: se trepó al carrito e invitó a todo mundo y a su tía a soltarse el pelo por la montaña rusa y aventar por la borda la idea de una sola posibilidad poética; luego la montaña rusa se mudó al salón y luego llegaron los zombis y las momias y la montaña rusa se ha transformado en carrusel, pisapapeles, colchón inflable; mientras en el jardín, la fiucsa sigue pareciendo bailarina.

 

 

Rocío Cerón

Nicanor Parra fue un poeta con una vitalidad que es posible ver no sólo en su poesía sino también en su persona, y esta idea que nos han dejado ver las fotografías, de haber colocado en su ataúd la frase de “voy y vuelvo” nos habla de una capacidad de reinventarse, de resistir, de sublevarse y finalmente es la vejez la que se lo lleva y no la enfermedad. Creo que fue una gran entidad perceptiva, siempre escuchando, sobreviviendo a los grupos, a las mafias poéticas, que sabemos que existen y siempre en su punto y en su enclave, pero con una gran capacidad de escuchar y de ver. Por eso creo que fue el creador de la Anti-poesía y habría que volverlo a leer, a releer, habría que volver a estar abierto a lo que dicen sus poemas y finalmente yo creo que el gran homenaje a un poeta es leerlo, volver a escucharlo y a entender lo que decía, entender sus puntos de distanciamiento hacia otros autores, como la que tuvo con Gonzalo Rojas, con quien siempre mantuvo una lucha a muerte y que, finalmente, esto que tenía Nicanor Parra era un continuo decirnos que el poeta subleva al lenguaje, que está a punto de destruirse y que el poeta debe estar atento a ese proceso, a esa destrucción, que siempre deja partículas suspendidas de poesía en el ambiente. Creo que eso es lo que nos deja Nicanor Parra.

 

 

Armando González Torres

Nicanor Parra fue poeta atípico, desde su formación hasta su estilo. Nicanor Parra exploró diversos lenguajes poéticos (desde el prístino lirismo de sus primeras obras hasta la poesía visual) e introdujo recursos y moldes de otras disciplinas (la ciencia, el psicoanálisis, la publicidad) en la manufactura de la poesía. Sin embargo, más allá de todas sus innovaciones formales, creo que su mayor aportación fue impregnar a la poesía de un tono fresco, anti-solemne e irreverente que, además de desacralizar la propia disciplina, podía ser un instrumento de crítica y conciencia social. Creo que este tono, en el que podían confluir la revelación poética y el chiste o la confesión lírica y la denuncia, influyó de manera muy poderosa en el conjunto de la poesía hispanoamericana y, sobre todo, en la vertiente política de dicha poesía.

 

 

Daniel Téllez

De Nicanor Parra admiré su vocación por la poesía. Su socarronería exquisita y gozosa. Un embutido de ángel y demonio, como se definía, capaz de desconcertar en cada lectura nueva. Pensé que era eterno.  Lo será en sus múltiples autorretratos y artefactos poéticos que construyeron para bien de la poesía de occidente un altísimo Museo de la Anti-Poesía.

 

 

Javier Raya

Bolaño dijo de Parra que escribía como si fueran a electrocutarlo al día siguiente; yo añadiría, como uno que se da a entender a estornudos mientras arde. Frente al monumento de la muerte de Parra (¡tardó más de un siglo en concretarse!), avizoro dos escenarios: los buitres lo reivindican como suyo y los cóndores se disputan sus pedazos, pero toda la parvada de carroñeros se equivoca, como acostumbra. Nadie se baña en el mismo Parra dos veces.

 

Rojo Córdova

Conocí a Parra vía La danza de la realidad de Jodorowsky, lo conocí con "La víbora", jamás había leído un poema así: me enamoré. Algo tan visceral, tan real, una poesía conectada con el día a día, pero jamás desde el pedestalito del lenguaje del poeta sino más bien con la crudeza y filo desde una mente que le declaraba la guerra a todo aquello, y por lo mismo me siento más conectado, me habla más directo Parra que Zurita, por ejemplo, por lo mismo. Mientras uno es descarnado y arremete desde el escalpelo del humor, el otro se toma las cosas muy proféticamente. Abuelo de los memes, con una curiosidad gráfica que le viene de antaño cuando a principios de siglo crea con Jodorowsky y Lihn el periódico mural EL QUEBRANTAHUESOS.

 

 

Jorge Posada

Pues para parafrasear a Don Nica: Los cuatro poetas más grandes de Latinoamérica en el siglo XXI son tres: María Auxiliadora Álvarez y el nieto Parra que fue a leer un discurso hecho de puros chistes en el Premio Cervantes.

 

 

Imágenes: http://bit.ly/2DHShT0, http://bit.ly/2BpvMxe

Revista Desocupado